¡Buenos días a todos!

En primer lugar, quería aprovechar la entrada para felicitar a todos los Juanes y Juanas que hoy celebran su santo y nos permiten, a los que vivimos en Barcelona y seguramente en muchas otras ciudades, que el día de hoy sea festivo, así que ¡gracias y felicidades!!!

Aunque podamos no ir al despacho hoy, algunos tenemos asuntos que no podemos dejar aparcados ni un día más – con el sábado y el domingo parece que les es suficiente – ya que sino los expedientes que están en la cartera empiezan a gritar y hasta que no los abres, puedes estar seguro que no van a callar. O eso es lo que me pasa a mí. Así que aprovecharé para descansar mientras trabajo, lo que significa básicamente que trabajaré desde el sofá, y eso puedo decir que no me parece tan tan mal.

Pues bien, después de esta breve introducción, quería mostraos la noticia que me ha puesto la piel de gallina en este lunes medio gris de junio, y que nos permite darnos cuenta – a modo de «consuelo de tontos», dicho sea de paso – de que en realidad, las cosas podrían estar peor. Y lo digo, a cuento del interminable debate sobre el aborto y las reformas que proponen desde el Ejecutivo – en concreto, desde el Ministerio de Justicia. ¿Porqué siente Gallardón tantas ganas de cambiarlo todo? ¿Y porqué, además, quiere cambiarlo a peor? Sinceramente y con los máximos respetos, quietecito está usted más guapo.

Ahí va la noticia:

http://www.lavanguardia.com/vida/20130624/54376872898/el-salvador-aborto-prision.html

En resumen, en pleno debate sobre el aborto nos sorprenden noticias que revelan que en países como El Salvador, aunque nos parezca lejano, son muchas las mujeres que sufren condenas de más de 30 años de prisión como reas de homicidio, incluso en casos de aborto natural. Y ello, naturalmente, y como explica el artículo, sin la más mínima investigación, simplemente, por inaplicación del principio de presunción de inocencia. En mi opinión, una aberración. ¡Qué poco garantistas!! Y por desgracia, este caso debe ser el que vemos como quien ve la punta de un iceberg. Mi pregunta: ¿No será que con las reformas que propone el Ministro vamos en esa tendencia – hacia atrás y no hacia adelante-?

Feliz día a todos, y ¡hasta la próxima publicación!