Bienvenidos de nuevo a Togas y Tacones,

Qué tal se está presentando este principio de 2014?

Yo estoy intentando volver a coger ritmo con esto de publicar en el blog, por lo que hoy voy a exponer una reflexión que me hicieron ayer respecto de la tesis de defensa que parece que están adoptando los abogados de la Infanta.

Todos nos hemos quedado bastante perplejos al oír según que declaraciones realizadas en los medios de comunicación por parte del Dr. Jesús María Silva Sánchez, sobretodo quienes hemos tenido la suerte de haberle tenido como profesor, ya que no podemos olvidar que es un jurista brillante. Por ello, hemos alucinado cuando hemos oído comentarios del calibre de «pues a lo mejor no recurrimos, si ello va a permitir que el juez se realice como persona» o algo parecido a que «la Infanta está muy enamorada de su marido y ha confiado siempre en él, en eso se basa el matrimonio, por ello ha podido firmar muchas cosas sin saber qué firmaba.»

Pues bien, todos dudamos seriamente de tales afirmaciones. Y no nos lo creemos porque todos entendemos que la Infanta es una la hija del Rey, y se trata de una mujer estudiada, preparada, que tiene un trabajo en el mundo empresarial y además tiene muchos asesores. Por eso y por muchos otros motivos, la tesis de defensa basada en el completo desconocimiento por su parte nos sorprende. Pero por otro lado, y es algo que digo siempre – sin entrar en politiqueo, pues predicamos que «la ley es igual para todos»-, entonces: y su derecho a la presunción de inocencia? Estamos dando por supuesto que la Infanta está metida en el ajo por el mero hecho de ser quien es.

Dicho esto, la reflexión que me hicieron ayer me ha dado que pensar, y no es porque esté de acuerdo con ello, sino porque no me lo había planteado jamás y seguramente muchos de vosotros tampoco. Y no obstante dicha reflexión, sigo pensando que lo que tiene que hacer la Infanta es ir a declarar ante el juez Castro – que está demostrando ser realmente un juez independiente e imparcial- y explicar lo que tenga que explicar. Es lo mínimo que le podemos exigir.

Al hilo de lo anterior, y ya sin dar más rodeos, la reflexión consistió en lo siguiente:

Recordáis cuando hace varios años se le preguntó a Zapatero cuánto costaba un café y todos nos indignamos porque respondió que costaba 0,70€?? Era evidente que el Sr. Zapatero no tenía consciencia de cuánto costaban las cosas, principalmente porque seguro que no era el quien pagaba sus gastos.

En el caso de la Infanta, pensáis que ella es quien habitualmente paga sus cenas, cafés, y demás? Creéis que lleva mucho dinero en la cartera? Nunca me había planteado que quien paga realmente los gastos de la Infanta es su escolta. Sería entonces posible que la Infanta no tenga consciencia de este tipo de cosas, que a todos nos parece lo más normal del mundo? Parece raro, pero si pienso sobre ello, tal vez sí sea así; no lo sé, me lo planteo… Podría ser cierto entonces que la Infanta haya sido una marioneta de Iñaki Urdangarín?

En cualquier caso, tendremos que esperar a ver qué pasa, cuándo va a declarar finalmente y qué es lo que dice, si es que no se acoge a su derecho a no declarar, que ahora está muy de moda!

En fin, FELIZ DOMINGO!!