«¿Qué debe hacer un abogado en sala? ¿Qué no debe hacer nunca en un escrito?» Muy sencillo. Ayer me reenviaron el enlace a un artículo de «Economist & Jurist» que se titulaba «cómo deben actuar los abogados según los jueces» y recoge la visión de los magistrados obtenida gracias a la realización de 149 entrevistas a jueces de diferentes provincias de nuestro Estado. Me pareció que debía leerlo para saber qué opinión tiene aquel que lleva una toga con puñetas respecto de alguien como yo, pero debo decir que, en mi humilde opinión, algunas observaciones y «directrices» rozan el insulto, todo sea dicho con los debidos respetos. Imagino que cada día los magistrados entrevistados deben toparse con Letrados de todo tipo, algunos lucirán la toga con respeto, otros pedirán de venia, y muchos otros no harán nada de eso y serán precisamente los que motivan las opiniones que podréis leer en el enlace que os copio a continuación.
Sin embargo, a la vista del artículo, pienso que «Economist & Jurist» debería proceder ahora a entrevistar a 149 abogados y estaría bien que se interesara por cómo quienes ejercemos la abogacía vemos la labor no sólo de los jueces sino también de los fiscales. Así pues, os dejo lo que yo les diría a «Economist & Jurist» si me entrevistaran:
– Respetar los plazos. Me explico: si nosotros los abogados presentamos un escrito/recurso extemporáneamente, no se nos admite. Si los fiscales «apalancan» la causa en su mesa y no emiten en plazo los informes que les piden, no pasa nada. Los jueces tampoco dictan las resoluciones según los plazos establecidos en las leyes. El proceso penal se convierte en interminable por este motivo. Deberían ser más expeditivos.
– Leerse los escritos hasta el final y dictar las resoluciones resolviendo cada una de las cuestiones que se les plantean. Se evitarían muchos recursos por nuestra parte si lo hicieran así. No ocupamos folios y folios por vicio.
– Estudiarse bien los temas. La mayoría de las veces te das cuenta de que no están al corriente del asunto y que se quedan con lo superficial, llevándonos a situaciones y resoluciones subrealistas. También se evitarían muchos recursos.
– No creerse omnipotentes ni faltarnos al respeto sólo porque ellos se han sacado una oposición y nosotros no. Sinceramente, desconozco como serán los jueces en otras jurisdicciones, pero en penal, tenemos que soportar vaivenes y malos humores de los jueces casi a diario. Nos sorprende cuando nos encontramos con un juez amable, respetuoso y que te deja explicarte con tranquilidad.
– Celebrar las actuaciones judiciales en hora, y no hacernos esperar horas y horas en los pasillos de sus Juzgados. El problema deriva de que piensan que pueden celebrar juicios en 15 minutos, cuando la mayoría de las veces requieren algo más de tiempo. A mayor abundar, no señalan casi nunca antes las 9:30 y encima llegan tarde. Como lleguemos tarde nosotros (aunque esté justificado, como que has tenido una actuación judicial en otro Juzgado), tenemos que estar preparados para ser abroncados, delante del cliente a ser posible, para hacernos pasar vergüenza tratando de justificarnos y pedir disculpas 100 mil veces.
– No cerrar todas las instrucciones en los meses de julio y diciembre y no señalar todos los juicios en septiembre y enero. Las vacaciones no son el fin del mundo. Los expedientes estarán allí mismo cuando volvamos, y por contra repartir más el trabajo a lo largo del año no nos amargarían tanto esos meses a los que ya me he referido, donde tenemos señalamientos y plazos con los que cumplir a «tutiplen».
En fin, esto es una pequeña muestra de lo que diría yo sobre cómo deben actuar los jueces (y fiscales), aunque con cierta reflexión seguramente me vendrían a la mente varias recomendaciones más. Os invito a que pongáis vuestras opiniones y comentarios, ¡seguro que juntos podemos elaborar el artículo para el periódico al que me he referido antes!
«La ley debe ser como la muerte, que no exceptúa a nadie.» – Montesquieu, Escritor y político francés (1689-1755)